miércoles, 22 de mayo de 2019

La economía macrista, entre las peores del mundo

22 de mayo de 2019.

La ONU consideró que, en un contexto económico adverso a nivel global, la Argentina se destacó negativamente y contribuyó a profundizar los desequilibrios mundiales. Advierten que en el país "el horizonte es altamente incierto" y señalan "la falta de capacidad del Gobierno para domesticar a la inflación".





Como pretendía Mauricio Macri al inicio de su gestión presidencial, la Argentina vuelve a ocupar primeras planas en "el mundo". Sin embargo, no lo hace como un terreno confiable para las inversiones productivas, como prometía Cambiemos, sino como uno de los peores jugadores en un contexto global complejo. El último informe de la situación de la economía global de Naciones Unidas tiene muchas referencias a la Argentina y todas son negativas. Advierte que "el horizonte es altamente incierto" y lo atribuye en parte a "la falta de capacidad del Gobierno para domesticar a la inflación". También subraya la tasa de interés "récord" del Banco Central.

Desde aquel escenario de entusiasmo en el mundo de las finanzas y entre grandes corporaciones por las medidas económicas liberales que dieron marcha al gobierno de Macri al actual momento de incredulidad por la sensación de que la economía nacional se vuelve a acercar "al abismo", como definió hace un mes el periódico español El País: Macri, los inversores del exterior y los analistas financieros atribuyen la crisis a la "herencia", al contexto global y en una de esas a alguna incapacidad de gestión, aunque sin cuestionar la dirección neoliberal del programa aplicado.

Las estimaciones de la ONU marcan que el PBI argentino tuvo el año pasado una caída del 2,8 por ciento y que este año la baja será del 1,8 por ciento. En ambos casos, se trata del único resultado negativo en los países de la región con la excepción de Venezuela. Entre los países limítrofes, Uruguay creció 1,9 y se prevé un 1,5 para este año; Paraguay, 4,5 y 4,7; Brasil, 1,4 y 2,1; Bolivia, 4,3 y 4,4 y Chile, 3,9 y 3,3 por ciento.

Pero el mal desempeño relativo de la Argentina no se limita a la región sino que sobresalió a nivel global. El informe advierte que a lo largo del 2018 el deterioro del valor del peso fue el más pronunciado entre las economías con peso propio de todo el mundo. Mientras la moneda local perdió algo más de la mitad de su poder de compra en dólares, la lira turca lo hizo por arriba del 30 por ciento. Entre el 13 y el 10 por ciento de depreciación de la moneda se quedaron la India, Brasil, Rusia, Indonesia y Sudáfrica. Mejor les fue a Filipinas, Chile, China, Corea del Sur, Taiwán y México. Naciones Unidas señala que el grado de deterioro cambiario de Argentina y de Turquía "se debe a factores domésticos" y advierte sobre el efecto contagio del caso turco, por la exposición de bancos europeos y principalmente españoles a deudores de ese país. También hay una mención a las turbulencias financieras en Brasil, Indonesia y Sudáfrica.

Efectivamente, el Gobierno tiene razón cuando marca que el año pasado se verificó un contexto económico adverso. La ONU marca que además de Argentina, India, Indonesia y México tuvieron que elevar las tasas de interés y que junto al caso local, Barbados, Pakistán y Sri Lanka debieron acudir a la ayuda financiera del FMI. Sin embargo, la Argentina se destaca porque atravesó particularmente mal la tormenta, tanto es así que con su desempeño contribuyó a la profundización de los desequilibrios.

"El déficit fiscal y de cuenta corriente, combinados con la falta de capacidad del Gobierno para domesticar a la inflación motivó un aumento del pesimismo acerca del futuro de la economía. Con la economía en recesión junto a severas medidas de austeridad fiscal, el horizonte es altamente incierto", indica el informe. Resalta que en la región "el consumo de los hogares se desaceleró en 2018, en parte como reflejo del mercado laboral más débil y de un fuerte deterioro de la situación en Argentina".

La ONU dice que "el giro económico recesivo en 2018 ha sido particularmente severo en Argentina" y agrega que "en su mayoría los países se mantuvieron en línea con los objetivos de inflación de sus bancos centrales, con las excepciones de Argentina y de Venezuela". La inflación estimada por la ONU --de manera optimista-- del 32 por ciento para este año en Argentina solamente es superada por Irán (34,9), ya que no hay datos para Venezuela.

https://www.pagina12.com.ar/195439-la-economia-macrista-entre-las-peores-del-mundo?fbclid=IwAR3ws2r2YDlFHttsx6hWvQzSWtfJIXsXAAjU-ALjxv-_xX8ra1dMnxVjl0A


miércoles, 15 de mayo de 2019

¿Cómo fue el derrumbe del salario mínimo en Argentina en el último año?

May 15, 2019.

Un gráfico animado de una agencia de comunicación permite observar la evolución del salario real en dólares en latinoamérica desde 2009 hasta hoy. Argentina lideró la lista hasta 2017, luego de lo cual la crisis licuó los ingresos laborales hasta la mitad y hoy es superada por varios países.



Las variables macroeconómicas del país tuvieron un desempeño magro en 2018 a partir de la megadevaluación que derivó en la actual crisis de profundidad que atraviesa el país.

Si se observa la evolución del salario mínimo real, en dólares, de los últimos 10 años, el derrumbe que sufrieron los ingresos de la clase trabajadora en el año que pasó fue estrepitoso.

Los datos pueden apreciarse en un gráfico animado que difundió por la agencia de comunicación Indigrup.



Desde 2009, según muestra la línea temporal, Argentina estuvo bien posicionada, al tope de los ingresos salariales en la región hasta 2017, con altibajos, al pendular entre los 417 hasta los 525,22 dólares.

Tan sólo un año después, en el inicio de 2019, el salario mínimo argentino (en moneda nacional 12.500 pesos a partir de junio) cayó abruptamente hasta terminar ubicándose en 277 dólares, detrás de Ecuador, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Brasil, Perú.

El salario mínimo, vital y móvil (SMVM) establece el monto legal por debajo del que cualquier trabajador en relación de dependencia no puede caer.

Esa cifra, establecida por el Consejo del Salario (nuclea a representantes del Gobierno, gremios y entidades empresarias), no se traslada directamente a los sueldos sino que sirve de referencia para la negociación salarial.

Hacia fines de 2015, el salario mínimo se ubicaba en $5.588, lo cual equivalía a 589 con el dólar a $9,50.

Argentina quedaba así en un holgado primer lugar respecto a los otros países del subcontinente. Le seguían Ecuador y Chile, donde el pago mínimo alcancaba los 354 y 352 dólares, respectivamente.

https://www.conclusion.com.ar/politica/economia/como-fue-el-derrumbe-del-salario-minimo-en-argentina-en-el-ultimo-ano/05/2019/

domingo, 5 de mayo de 2019

Política laboral: Récord de pedidos del subsidio por desempleo

05/05/2019.



Por: Ismael Bermudez.

Se esperan más pedidos para los próximos meses. Debería ser la mitad de la mejor remuneración mensual, pero el Gobierno le puso un tope.



Más de 50.000 trabajadores formales que quedaron desocupados pidieron, y pasaron a cobrar, la prestación por desempleo en los últimos tres meses de 2018. Así, la cantidad de trabajadores formales despedidos sin causa que están cobrando el seguro por desempleo alcanzó el récord mensual de 118.268 personas, según los datos de la ANSeS a diciembre pasado, de la serie que arranca en enero de 2013.

También es récord el número de desocupados que están solicitando esa prestación. En noviembre se les otorgó a 17.953 trabajadores y en diciembre a 17.276, frente a 11.614 en noviembre de 2017 y 10.791 en diciembre de 2017. Esta mayor demanda de la prestación por desempleo está en línea con el aumento del desempleo que reportó el INDEC, elevando a 1.750.000 el total de los desocupados urbanos.

El aumento del número de beneficiarios de las prestaciones por desempleo se nutre de la caída del empleo asalariado privado por falta de trabajo u otras causas ajenas al trabajador.

El monto de la prestación por desempleo equivale a la mitad de la mejor remuneración neta mensual, normal y habitual de los últimos 6 meses trabajados. Sin embargo, tiene un techo tan bajo que en promedio, en diciembre, los 118.268 desocupados cobraron $3.845, un 12% del sueldo promedio de los activos. Y eso pasa porque actualmente ese beneficio —que es transitorio encuentre o no el trabajador un nuevo empleo—desde marzo pasado tiene un tope de $4.428,77, que anula el de la mitad del promedio salarial semestral.

El tiempo o plazo de cobro de este beneficio depende de la antigüedad que registre el trabajador en el último empleo. Y puede percibirlo entre 2 y 12 meses como máximo. En diciembre, por ejemplo, dejaron de cobrarlo o fueron dados de baja 15.313 beneficiarios.

Así, quien fue despedido con una antigüedad de entre 6 y 11 meses tiene derecho a cobrar 2 meses este beneficio. Con una antigüedad de entre un año y 23 meses, cobrará por 4 meses. El plazo se extiende a 8 meses si ese trabajador tuvo una antigüedad de entre 2 años y 35 meses y hasta 12 meses para los que tuvieron una antigüedad de 3 años o más.

A partir de la cuota 5ª el monto a cobrar se reduce al 85% del valor vigente y a partir de la cuota 8ª al 70%.

Si el trabajador tiene 45 o más años, automáticamente se extiende el seguro de desempleo por un período de 6 meses.

Los alcanzados por esa prestación cobran asignaciones familiares y cuentan con la cobertura de la obra social, mientras el período de cobro se reconoce como meses de servicios para la jubilación.

Los trabajadores que están cobrando la prestación por desempleo y empiezan a trabajar nuevamente en relación de dependencia deben solicitar la suspensión del cobro.

Futuro previsible

Se estima que el número de trabajadores que van a solicitar este beneficio debería aumentar más. Es que el Ministerio de Producción y Trabajo informó que, a febrero pasado, se perdieron 31.800 empleos y en un año hubo una disminución de 159.400 asalariados privados ocupados. Las mayores caídas de empleo afectaron a la industria manufacturera (-69.500), comercio (-44.300), transporte y comunicaciones (-19.600) y construcción (-11.500).

Por regiones, entre las principales, la Provincia de Buenos Aires acumula una pérdida de 59.500 asalariados privados, CABA 35.800, Córdoba 16.700 y Santa Fe 8.900. Santa Cruz con más 600 y La Rioja con más 500 asalariados son la excepción. Así, en febrero, los asalariados privados registrados sumaron 6.149.000. Hay que retroceder a febrero de 2014 para encontrar un nivel de ocupación similar.

Salarios flacos

Estos despidos estuvieron acompañados de un retroceso salarial de magnitud. El martes el INDEC informó que en febrero los salarios volvieron a perder frente a la inflación y en los últimos 12 meses acumularon una pérdida de 11%.

El índice de salarios del total de los trabajadores en febrero tuvo un incremento del 2,7% frente a una inflación del 3,8%. Con relación a un año atrás, los salarios en promedio aumentaron un 34,6% y la inflación interanual ascendió al 51,3%. Esta diferencia de 16,7 puntos equivale a una pérdida salarial del 11%.

Entre los trabajadores formales privados “el salario nominal promedio se incrementó 38% frente a febrero 2018 a $38.242, mientras que el salario mediano lo hizo en 36,2% a $29.617. Así, la remuneración real promedio estimada se redujo 8,8% interanual, mientras que la remuneración real mediana lo hizo en 10%”, dice el Informe oficial de Producción y Trabajo.

A su vez, las expectativas empresarias para los próximos meses marcan un “desempeño negativo de casi todas las ramas. Con excepción de servicios comunales (+0,9%) por motivo de las altas esperables para esta época del año en aquellas vinculadas a la educación. El resto de las ramas muestran un comportamiento negativo: industria manufacturera (-0,6%), construcción (-0,8%), comercio, restaurantes y hoteles (-0,3%), transporte, almacenaje y comunicaciones (-0,5%) y servicios financieros y a las empresas (-0,3%)”, de acuerdo a la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) del Ministerio de Producción y Trabajo.

https://www.clarin.com/economia/record-pedidos-subsidio-desempleo_0_zEF-2eV5u.html

viernes, 3 de mayo de 2019

La verdadera grieta

03 de mayo de 2019.

Un informe de la UBA sobre la distribución del ingreso revela que en los tres años de gobierno de Macri la brecha entre los que más ganan y los más desfavorecidos creció un 33 por ciento. En ese tiempo, se agregaron 1.400.000 nuevos pobres y 300.000 nuevos indigentes.

Sólo en tres años la brecha entre ricos y pobres creció 33 por ciento.


La brecha entre quienes reciben los ingresos más altos y quienes reciben los ingresos más bajos creció en más del 33 por ciento durante la administración de Cambiemos. Es decir, que en los últimos tres años aumentó significativamente la desigualdad social. Esa es la conclusión más alarmante a la que arribó un relevamiento del Centro de Estudios de Ciudad (CEC), que funciona bajo la órbita de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Además, el estudio, que compara la evolución de la pobreza y de la distribución al cuarto trimestre del 2018, agrega que más del 90 por ciento de la población vio reducidos sus ingresos en términos reales, lo que tuvo como consecuencia que, respecto de 2015, hoy haya en el país 1,4 millones de nuevos pobres y 300 mil nuevos indigentes.

“Si el Gobierno continúa en este rumbo, hay un sólo camino para la situación social y es el empeoramiento”, advirtió el economista e investigador Agustín Mario, a cargo de la elaboración del informe.

El relevamiento llevado adelante por el CEC utilizó los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) y sumó un elemento clave: la comparación de esa información con aquella publicada antes de la llegada del macrismo al poder. El investigador calculó esos datos en base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) para el primer semestre del 2015 –disponible en la página web del Indec– y actualizó las canastas total y alimentaria en base al Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la provincia de San Luis. “Desde el Gobierno sostienen que todo lo que se registró entre 2007, cuando se intervino el Indec, y 2015 está en revisión. Entonces no hacen ninguna comparación para atrás y empiezan a analizar todo después del ‘apagón estadístico’, es decir, recién en el segundo trimestre del 2016. Con ese movimiento, evitan el ajuste inicial que se aplicó mediante la devaluación de finales del 2015”, explicó Mario a PáginaI12.

Entre los resultados más importantes arrojados por el estudio del CEC se encuentra la ampliación de la desigualdad entre los ingresos de los trabajadores ocupados: crecieron menos los de aquellos de menores ingresos, y más los de mayores ingresos. En números concretos: mientras el 10 por ciento de la población con el ingreso per cápita familiar (IPCF) más bajo vio crecer sus ingresos en un 147 por ciento en este período, el 10 por ciento de mayor IPCF se destaca por haber visto crecer sus ingresos muy por encima del resto de los deciles, en un 203 por ciento.

“El índice de Gini, que mide la desigualdad, mostró un aumento de más del 6 por ciento y la brecha entre los más ricos y los más pobres creció en un tercio”, observó Mario, al tiempo que consideró que “es muy grave que se haya dado ese aumento en sólo tres años”.

El investigador arribó a otra conclusión interesante, complementaria de la anterior: que, considerando que durante el período estudiado el nivel general de precios se incrementó en un 187 por ciento y el nivel de precios de los alimentos en un 173 por ciento, los incrementos nominales de todos los deciles no lograron compensar las subas de precios. El único sector que lo consiguió fue el 10 por ciento de ingresos más altos.

“Salarialmente, todos los deciles perdieron, incluso el sector más rico”, observó Mario al respecto. Además, indicó que “lo que está mostrando ese dato es que con el achicamiento de la economía pierden todos aunque, obviamente, no todos pierden lo mismo. Tenemos cada vez una economía más chica, con cada vez menos ingresos para repartir”.

Partiendo del último dato publicado por el Indec, que mostró que en el segundo semestre de 2018 el número de personas pobres creció al 32 por ciento, mientras que la indigencia trepó al 6,7 por ciento, el CEC analizó “la intensidad de esa pobreza, es decir, qué tan debajo de la línea de pobreza o indigencia están quienes no la superan”. En otras palabras, qué tan pobres son los pobres. “Lo que muestra el informe es no solamente que aumentó la tasa de pobreza, sino que ahora los que quedaron debajo de la línea están más lejos de salir de esa situación, lo cual es gravísimo”, alertó Mario.

El estudio permitió detectar además que todos los grupos etarios vieron incrementada su tasa de pobreza y de indigencia. En términos absolutos, se destaca el incremento de la pobreza entre los jóvenes de 15 a 29 años: creció 4 puntos porcentuales, del 34,6 al 38,6. Pero en términos relativos se destaca el aumento de la tasa de pobreza entre los mayores de 65 años: subió un 12,5 por ciento, indica el relevamiento del CEC.

Por último, Mario subrayó la importancia de analizar lo que está sucediendo en el mundo del trabajo, “donde cada vez hay menos trabajo y el trabajo que hay es cada vez de menor calidad” (ver aparte). “Si insisten en perseguir el déficit cero y continuar con las tarifas dolarizadas –concluyó–, no hay duda de que la situación no va a mejorar.”

https://www.pagina12.com.ar/191292-la-verdadera-grieta

jueves, 2 de mayo de 2019

Macri renovó su apoyo a Guaidó y llamó "dictador" a Maduro


Nota completa: https://www.rosario3.com/noticias/Macri-renovo-su-apoyo-a-Guaido-y-llamo-dictador-a-Maduro-20190430-0039.html