lunes, 29 de abril de 2019

Casi 5 millones de niños, niñas y adolescentes son "doblemente pobres"

29 abr 2019.

Los menores comprendidos en esta cifra viven en hogares que no llegan a cubrir la canasta básica, pero además tienen vulnerados derechos fundamentales en al menos una de las seis dimensiones analizadas (habitacional, acceso a la información, saneamiento, salud, educación y alimentación).




Casi cinco millones de niños, niñas y adolescentes (41,2%) son "doblemente pobres" en la Argentina ya que viven en hogares que no llegan a cubrir la canasta básica, pero además tienen vulnerados derechos fundamentales en al menos una de seis dimensiones, según un nuevo informe de la Universidad Católica Argentina (UCA) e Infancia en Deuda.

La "pobreza multidimensional infantil" aumentó 4 puntos en el país entre 2017 y 2018, período en que 600.000 chicos de entre 0 y 17 años pasaron a engrosar la estadística de aquellos que están debajo de la línea de la pobreza por ingresos, pero además tienen déficit de alimentación, saneamiento, vivienda, salud, información o estimulación temprana/educación.

"Se trata de un incremento significativo y está explicado básicamente por la pobreza monetaria que tuvo un incremento relevante" en ese lapso, aseguró la Coordinadora del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la UCA, Ianina Tuñón y coautora del informe "Pobreza, derechos e infancias en la Argentina (2010-2018)".

Cuando se analizan por separado la pobreza por ingresos y las demás carencias, los porcentajes de población infantil afectada son mucho mayores: mientras el 51,7% de los niños, niñas y adolescentes (NNYA) viven en hogares carecientes en términos monetarios, seis de cada diez (63,4%) está privado del ejercicio de al menos un derecho fundamental.

Pero a diferencia de la pobreza monetaria, que subió 7,7 puntos porcentuales entre 2017-2018, la vulnerabilidad por carencias en materia de derechos descendió 2,5 puntos en el mismo período.

"La pobreza multidimensional tiene una evolución positiva que se estanca en el 2016 y desde entonces no hemos tenido avances significativos en este indicador que implica transformaciones mucho más estructurales que una mejora de ingresos", dijo.

Tuñón explicó que si bien "hubo una caída sostenida y sistemática desde 2010" de cinco puntos, "es muy pequeña para todo estos años", dado que "es prácticamente lo que se disparó la pobreza económica" entre 2015 y 2018.

"Esto señala la volatilidad de la pobreza económica en la Argentina y la dificultad para transformar cuestiones sustantivas en la vida de los niños que son a gran escala y están en manos de los estados", dijo.

El análisis de la composición de la pobreza por privaciones de derechos muestra que el 22,9% de los chicos sufre carencias habitacionales (hacinamiento o déficit estructural), 19% en el acceso a la información (sin acceso a pantallas, libros infantiles o biblioteca) y 18,5 en saneamiento básico (agua e inodoro con descarga).

Además, el 17,4% tiene déficit en el acceso a la atención de la salud (no visitaron al médico en el último año o no tienen las vacunas correspondientes), 13,4% en la estimulación temprana y educación (inasistencia escolar, escolarización deficiente y maltrato) y 8,7 % en el acceso a la alimentación.

En la evolución temporal 2010-2018, puede advertirse que los mayores progresos se dieron en materia saneamiento y acceso a la información: las privaciones cayeron 7 puntos porcentuales (30,8 a 23,7%) y 10 puntos porcentuales. (34,6 a 24,5%), respectivamente en estas dimensiones.

Una evolución inversa está experimentando en los últimos tres años el indicador de carencias en materia de alimentación, que entre 2015-2018 creció 4 puntos pasando del 7,1 al 11,2%, la mayor incidencia desde 2010.

"Veníamos viendo un incremento significativo en la asistencia de comedores pero la ayuda directa se estancó en torno a un 36% en 2017 lo que, sumado al aumento de la pobreza económica, hace que hoy se advierta un aumento de la inseguridad alimentaria", dijo.

Tienen más probabilidades de ser pobres por carencias en derechos los adolescentes (73,5% de los que tienen 12 a 17 años frente al 60,8% de los que tienen 4 a 12), los que viven con solo uno de sus padres (70,9% frente al 62,3%), los que pertenecen a un hogar del estrato trabajador marginal (84,9% frente al 23,6% de los que pertenecen al estrato medio profesional) o viven en el conurbano bonaerense (74,8% frente al 30,2% de los que viven en CABA).

https://www.ambito.com/casi-5-millones-ninos-ninas-y-adolescentes-son-doblemente-pobres-n5028877

sábado, 27 de abril de 2019

Un informe oficial expone las obras inconclusas en las rutas nacionales

Sábado 27 de Abril de 2019.

A pesar de la firma de un convenio de coordinación con la provincia para planificar la reparación y puesta a punto de las trazas, nada cambió.

Mar de baches. Así se encuentra la calzada de la ruta nacional 11, a la altura de la localidad de Nelson.


El 24 de octubre de 2016, los gobiernos de Santa Fe y Nación firmaron un convenio marco con el fin de coordinar la ejecución de obras en la provincia en ambas jurisdicciones y poner en marcha un mejoramiento en rutas y autopistas que pasan por territorio santafesino. A casi tres años, el Estado nacional incumplió en la gran mayoría de los tramos prometidos, mientras que la Casa Gris avanzó en sus proyectos, aunque todavía no ha concluido en su totalidad. "Siguen en deuda con los santafesinos", subrayó el ministro de Infraestructura santafesino, José León Garibay.

El acuerdo estableció que la Dirección Nacional de Vialidad tenía como objetivo la construcción de rutas "seguras" y detalló que "corresponde invertir en obras de infraestructura, reemplazando con autopistas las rutas de doble mano y construyendo rutas, con obras que mitiguen accidentes graves".

De esta forma, los estados nacional y provincial tomaron a su cargo la ejecución por cuatro años de obras en la jurisdicción de Santa Fe de acuerdo a un detalle tramo por tramo, ruta por ruta.

"Este acuerdo de 2016 se hizo en un contexto en el cual, con el ex administrador de Vialidad Nacional, Javier Iguacel, entendimos que era necesario un proceso coordinado en el desarrollo de la red vial entre ambos estados. Fue un gesto político para poner las obras en la agenda pública", le dijo a LaCapital el ministro de Infraestructura santafesino. Aclaró que cada tanto la Nación como la provincia se hacían cargo de las obras en las jurisdicciones correspondientes.

Desde aquel 24 de octubre a estos días, el monitoreo que efectuó la provincia revela que las tareas cuyo financiamiento y ejecución estaban a cargo de Vialidad Nacional fueron casi inexistentes.

En detalle

Por ejemplo, en la ruta 33, entre Rufino y Rosario, se proyectó una autopista de 250 kilómetros. Hasta San Eduardo se adjudicó en 2017, pero no tiene obra. Y de allí a Rosario se adjudicó por el régimen de la Participación Público-Privada (PPP). En este caso, no hay financiamiento.

En la ruta 34, en tanto, se debía duplicar la calzada entre Rosario y Sunchales, pero no hubo novedades, la obra fue cancelada y se prevé su reinicio. De allí hasta el límite con Santiago del Estero, también la cancelaron.

El segundo anillo perimetral del área metropolitana de Rosario, la A012, preveía la duplicación de calzada en autopista, incluidas las variantes Roldán y Ricardone y su prolongación hasta la ruta provincial 21. Fue adjudicada bajo el régimen de PPP, pero jamás avanzó.

La obra en la ruta 11, entre Santa Fe y San Justo, que incluía una traza nueva, fue cancelada y sólo se hicieron tareas de bacheo. El puente Santo Tomé- Santa Fe fue cancelado. Otro tramo (San Justo-Resistencia (Chaco) también fue suspendido. Allí sólo se adjudico bacheo, limpieza y mantenimiento.

El nuevo puente Santa Fe-Paraná se canceló.

La autopista 9, entre Rosario y Buenos Aires, contemplaba un tercer carril, colectoras y accesos. La obra se adjudicó en 2018, pero no hay avances.

La obra en la ruta 8, en Venado Tuerto, también fue cancelada. En cambio, se ejecutaron unos 350 kilómetros de la ruta 178.

Las obras provinciales

Por el lado del compromiso provincial, se concluyeron los 168 kilómetros de repavimentación de la autopista a Santa Fe, se hicieron los accesos y tareas de iluminación y señalización.

Según se consignó desde el Ministerio de Infraestructura provincial, se finalizó o están en vías de finalización las repavimentaciones y reparaciones de las rutas 14, 2, 1, 4, 6, 10, 13,15, 17, 20, 21, 62, 65, 68s, 70, 91, 93, 94 y 225s.

En cuanto a nuevos pavimentos, entre finalizados y en ejecución se encuentran otra docena de rutas provinciales en diversos tramos.

El convenio marco de planificación y coordinación cumplirá tres años en pocos meses. Para Garibay el cumplimiento de la gran mayoría de las obras proyectadas se produjo por el sostenimiento presupuestario destinado a tal fin, pero también por la autorización que hizo la Legislatura a un endeudamiento con la emisión en bonos públicos por 500 millones de dólares.

"Nación incumplió con los tramos de rutas nacionales en la provincia. Ahora está la promesa de que arranquen las PPP en el segundo semestre", deslizó por último Garibay

mar de baches. Así se encuentra la calzada de la ruta nacional 11, a la altura de la localidad de Nelson.

https://www.lacapital.com.ar/la-ciudad/un-informe-oficial-expone-las-obras-inconclusas-las-rutas-nacionales-n1758938.html

martes, 2 de abril de 2019

Venezuela y Argentina lideran ranking mundial de miseria

02 abril 2019.

La revista Forbes publicó días atrás el indicador elaborado por el economista y profesor Steve Hanke que muestra el deterioro de 2018.

Steve Hanke

Steve Hanke es un economista norteamericano y profesor de la Universidad Johns Hopkins, un viejo conocido de la Argentina de los noventa. Hace años viene elaborando un índice mundial de miseria, en función de la tasa de inflación, la tasa de interés y el desempleo. “La manera más segura de mitigar la miseria es el crecimiento económico. Todo lo demás es igual, la felicidad tiende a florecer cuando el crecimiento es fuerte, la inflación y las tasas de interés son bajas y los empleos abundan”, explica Hanke.




A continuación reproducimos lo más interesante del artículo.


El primer índice de miseria fue construido por el economista Art Okun en la década de 1960 como una manera de proporcionar al presidente Lyndon Johnson una instantánea de la economía fácilmente digerible. Ese índice de miseria original era sólo una suma simple de la tasa de inflación anual de una nación y su tasa de desempleo. El Índice ha sido modificado varias veces, primero por Robert Barro de Harvard y luego por mí.

Mi índice de miseria modificado es la suma de las tasas de desempleo, inflación y préstamos bancarios menos el cambio porcentual en el PIB real per cápita. Las lecturas más altas sobre los primeros tres elementos son “malas” y hacen que las personas sean más miserables. Estos son compensados por un “bien” (PIB per cápita), que se resta de la suma de los “malos”. Una puntuación más alta del índice de miseria refleja un nivel más alto de “miseria”, y es una métrica lo suficientemente simple como para un presidente, sin tiempo para extensas sesiones informativas económicas, puede comprender de un vistazo.

Tailandia gana el premio como el país menos miserable del mundo en el índice de miseria de 2018 al ocupar el 95° lugar.

Hungría mejoró dramáticamente de 2017 a 2018. Se encuentra en el puesto 94° como el segundo país menos miserable del mundo. Si bien la Unión Europea y las elites internacionales han lanzado todo lo que pueden al primer ministro Viktor Orbán, es fácil ver por qué él tiene una gran cantidad de seguidores. Después de todo, los magiares fueron los 2º más felices del mundo en 2018.

Venezuela ostenta el título sin gloria del país más miserable del mundo en 2018, como lo hizo en 2017, 2016 y 2015. Los fracasos del socialista presidente Nicolás Maduro han sido bien documentados durante el año pasado. Venezuela no sólo es el país más miserable del mundo, sino que su puntaje en el índice de miseria ha aumentado dramáticamente durante el último año, ya que el colapso de la economía se ha acelerado.

Argentina saltó al puesto 2° luego de otra crisis cambiaria. Desde su fundación, Argentina ha sufrido numerosas crisis económicas. La mayoría puede adjudicarse a la mala gestión interna y los problemas cambiarios. Para enumerar sólo algunas de estas crisis: 1876, 1890, 1914, 1930, 1952, 1958, 1967, 1975, 1989, 1990, 2001 y 2018. Hasta que Argentina descarte el asediado peso y lo reemplace con el dólar estadounidense, seguirá miserable.

Irán, como Argentina, carga con el peso de un banco central no creíble y una moneda basura. Gracias al tanque rial, la inflación saltó en 2018, y lo mismo hizo su puntuación Misery Index, moviéndose de la 11° posición más miserable en 2017 al 3° lugar en 2018.

Brasil pasó del 3° al 4° en el ranking de los miserables. Si Bolsonaro quiere mejorar el ranking de su país, deberá cumplir su promesa de reformar el sistema de pensiones en quiebra.

https://www.ambito.com/venezuela-y-argentina-lideran-ranking-mundial-miseria-n5024113?fbclid=IwAR2fMKK5w1ZZsVSFdwZ-7Xqcl7UOpwU6wHKMSoacO8UkuXZZ9knuR4-V3ko